EL MUSEO QUE HUELE A MAR
En un enclave privilegiado de la ciudad de Vigo, y como no podía ser de otra forma junto al mar, encontramos el Museo do Mar de Galicia.
El Museo do Mar de Galicia se ubica en el espacio que antaño ocupaba la fábrica de conservas Alcabre-Molino de Viento. Aquí, los arquitectos Aldo Rossi y César Portela proyectaron un museo espacioso dividido en varios edificios, entre ellos un faro como símbolo de la relación con el mar. Además, en el terreno del museo se conservan los restos arqueológicos del Castro da Punta do Muíño, que estuvo habitado del siglo VIII a.C. al I a.C., y que fueron descubiertos en 2001 durante su construcciónara editar.
El Museo do Mar huele a mar, notamos la brisa cuando pasamos de un edificio a otro y avistamos desde sus ventanales la ría de Vigo y, al fondo, las Islas Cíes. No se trata de un edificio cerrado ni descontextualizado. Además, es un espacio concebido para el aprendizaje, para ver y tocar, ideal para ir con niños.
Una de las piezas que más nos llamará la atención es el submarino Sanjurjo, construido en Vigo a finales del siglo XIX por Antonio Sanjurjo Badía, quien fuera amigo de Julio Verne.
En un enclave privilegiado de la ciudad de Vigo, y como no podía ser de otra forma junto al mar, encontramos el Museo do Mar de Galicia.
El Museo do Mar de Galicia se ubica en el espacio que antaño ocupaba la fábrica de conservas Alcabre-Molino de Viento. Aquí, los arquitectos Aldo Rossi y César Portela proyectaron un museo espacioso dividido en varios edificios, entre ellos un faro como símbolo de la relación con el mar. Además, en el terreno del museo se conservan los restos arqueológicos del Castro da Punta do Muíño, que estuvo habitado del siglo VIII a.C. al I a.C., y que fueron descubiertos en 2001 durante su construcciónara editar.
El Museo do Mar huele a mar, notamos la brisa cuando pasamos de un edificio a otro y avistamos desde sus ventanales la ría de Vigo y, al fondo, las Islas Cíes. No se trata de un edificio cerrado ni descontextualizado. Además, es un espacio concebido para el aprendizaje, para ver y tocar, ideal para ir con niños.
Una de las piezas que más nos llamará la atención es el submarino Sanjurjo, construido en Vigo a finales del siglo XIX por Antonio Sanjurjo Badía, quien fuera amigo de Julio Verne.